No creo en la estabilidad creo en la ciclicidad, somos seres cambiantes y no estáticos, evolucionamos a cada instante, a cada minuto y sin darnos cuenta somos capaces de transformar no tan solo nuestro interior sino también la percepción de muestro entorno. Algunos lo hacemos a través de nuestras sombras, otros a través de la luz, unos pocos se atreven a entrar en su propio laberinto sin tener la certeza de lo que descubrirán o si en algún momento encontraran el final. Y es precisamente eso lo que nos hace cambiantes y cíclicos, no nos damos cuenta de que somos capaces de domar y convivir con nuestras sombras, que somos capaces de proyectar nuestra luz para sanarnos y sanar a otros compartiendo nuestros caminos, que somos capaces de enfrentar nuestros laberintos y hacer del trayecto una aventura.